Maig, mes de Maria

Maig, mes de Maria

Us compartim un article sobre el mes de Maig, dedicat a la Verge Maria, de Mn. Juan Antonio Romero.


Estamos en el mes de Mayo, un mes que la Iglesia dedica particularmente a la Virgen María, y en el que los católicos procuramos tenerla muy presente y venerarla de modo muy especial. En este mes procuramos honrar a nuestra madre y tener detalles de cariño con Ella, quizás mas que en otras ocasiones.

¿Por qué los católicos queremos tanto a la Virgen?  ¿Qué significa para nosotros la Virgen?  Es muy bueno que consideremos estas preguntas porque nos podría suceder lo que a tantos y a tantas, que consideran a la Virgen como algo propio de niños, algo así como un hada madrina, o una figura idealizada, pero que no existe en realidad o que realmente existió, pero está perdida en la historia y en el recuerdo.

La Santísima Virgen es la Madre de Dios, porque es la madre de Jesucristo

*Benedicto XVI: “María recibe con gozo el anuncio de que será madre de Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre. La auténtica alegría nace de la unión con Dios”.

Madre de Dios y también es Madre nuestra. Nos la dio Jesús en el Calvario. Momentos antes de morir en la Cruz, cuando dirigiéndose a San Juan le dijo: “Ahí tienes a tu madre”.  Y en San Juan estábamos representados todos los cristianos.  Y sigue diciendo el Evangelio que “desde ese momento, el discípulo la recibió en su casa”. Y eso es lo que han hecho tantas generaciones de cristianos a lo largo de mas de veinte siglos: meter a la Virgen en sus vidas.

Por eso son tantas las devociones marianas, por eso siempre se ha acudido a la Virgen en las necesidades personales, como se acude a una madre; por eso se la ha querido y se la ha venerado como se quiere y se venera a una madre.

La Virgen es Madre y a una madre no le extrañan los egoísmos de sus hijos. Sabe que cuando el niño acude a ella, casi siempre, es para pedir. Pero eso no parece que le desagrade: le permite dar rienda suelta a su corazón de madre. A María tampoco debe extrañarle que acudamos a Ella, de ordinario, pidiendo.

Mirar a María. Para querer a la Virgen, para tratarla, para meterla en nuestra vida, primero hemos de conocerla, y para eso hemos de mirarla. Mirar a la Virgen porque Ella es modelo de todas las virtudes y nos ha señalado el camino que hemos de seguir para llegar al Cielo. El camino a veces no es fácil, pero nuestra madre, que ya lo conoce, nos ayuda a recorrerlo. Si miramos a María, sabremos mirar a los demás con los ojos de la Virgen.

María es el camino para llegar a Jesús, quien busca a Jesús le encuentra en María. La virgen María es el camino mejor, el mas breve y mas seguro, para llegar a Jesús. Y no olvidemos que la vida cristiana es precisamente eso: ir a Jesús: ir por la oración y los sacramentos, y volver a Jesús por el arrepentimiento y la confesión.

Tratar a la Virgen. A veces nos preguntamos que hemos de hacer para que la Virgen cuente más en nuestra vida. La respuesta nos viene de palabras de San Josemaría:

Amigos de Dios, 142: ¿Cómo se comportan un hijo o una hija normales con su madre? De mil maneras, pero siempre con cariño y con confianza. Con un cariño que discurrirá en cada caso por cauces determinados, nacidos de la misma vida, que no son nunca algo frio, sino costumbres entrañables de hogar, pequeños detalles diarios, que el hijo necesita tener con su madre y que la madre echa de menos si el hijo alguna vez lo olvida: un beso o una caricia al salir o volver a casa, un pequeño obsequio, unas palabras expresivas”

El amor de sus hijos a la Virgen se ha manifestado a lo largo de los tiempos en la piedad cristiana que ha llenado el mundo de oraciones a la Virgen y de representaciones artísticas y de ermitas e iglesias en todos los lugares. Si hay algo que caracteriza a los católicos es su amor a la Madre de Dios y Madre nuestra”

Devoción a la Virgen: Las tradicionales prácticas de piedad mariana- que no ha pasado de moda, todo lo contrario- y, en especial el Santo Rosario, es arma poderosa en nuestras intenciones. Y tantas otras manifestaciones de cariño a la Virgen: Ir a visitarla a las ermitas con la Romería; las tres avemarías de la noche, el Oh Señora mía…, el Acordaos…el Escapulario…

Ahora estamos en el mes de mayo, que tradicionalmente la Iglesia dedica a la Virgen y quiere con eso fomentar en sus hijos el trato con Ella, que es la Madre de Dios y madre nuestra, que está en el cielo y vela por nosotros, y escucha las súplicas que le dirigimos, que intercede ante el trono de Dios por nosotros y nos obtiene innumerables gracias.

Mn. Juan Antonio Romero

*Durant el mes de Maig, les sòcies i famílies de Rumbau podeu portar flors a la Mare de Déu de l’oratori. Us podeu apuntar al calendari que trobareu al club.

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