Mary Colosso: “El club es principalmente para las familias”

Mary Colosso: “El club es principalmente para las familias”

Entrevistamos  a Mary Colosso, madre de Rumbau muy querida por todos nosotros, quién pese a que ahora por motivos laborales de Luis, su marido,  se ha tenido que ir con su familia a México, sigue estando muy presente y al tanto de las novedades del Club.

Mary Colosso, venezolana de nacimiento, pero española de corazón, es madre de familia numerosa. Casada con Luis Chirivella, a quién también queremos mucho porque junto con Mary siempre han apoyado en todas las actividades del club.

Los Chirivella Colosso, son 6 miembros:

Luis Alberto, el mayor tiene 33 años y es arquitecto. Actualmente vive en Polonia por motivos laborales. Gabriella, la segunda, tiene 30 años, acaba de ser mamá (y ellos abuelos primerizos) es maestra de educación infantil y vive en Pamplona con su marido Javier. La tercera es Andreína, tiene 28 años y es graduada de Publicidad y Relaciones Públicas. Javier es el cuarto hijo, tiene 23 años y estudia Ingeniera Civil. La última es Fiorella que tiene 15 años y estudia 4º de la ESO.

Mary, ¿cómo conocisteis Rumbau?

En el 2003 llegamos a España, provenientes de Venezuela. Nuestras hijas Gaby y Annie comenzaron a estudiar en Pineda. Allí nos “presentaron” a Rumbau como una  buena alternativa para las actividades extraescolares para las niñas.

¿Qué es lo que más te gustó de Rumbau para inscribir a las niñas?

El ambiente que había en el club. Se veía de inmediato que las niñas se lo pasaban bien. Además, todo dentro un ambiente sano y familiar

¿Cómo pasásteis a colaborar Luis y tú  con Rumbau? 

Un buen día me dijeron que las personas que estaban en el comité de gestión estaban necesitando una ayuda. Esta ayuda se convirtió en estar en el club todos los martes y viernes durante ocho años. Luis también nos echaba una mano con lo que podía, pero él también aportaba su ayuda en el club juvenil Nargó, para chicos, durante todos esos años. 

¿Cuál crees que es el papel del club en la formación de las niñas?

El club debe ser una continuación de la formación de casa y del colegio. Esta formación debe estar presente en todas las actividades, deportivas, estudio, lúdicas. Todo debe estar enfocado a fomentar valores, que es lo que buscamos que quede en todas las niñas que pasan por el club, bien sea por un tiempo corto o largo. Siempre tienen que llevarse algo en su corazón. 

El club es principalmente para las familias y por esto además preparamos actividades familiares, que sirven para estrechar lazos entre los padres de las niñas asociadas.

Mary Colosso

 ¿Qué crees tú que aporta Rumbau a las familias?

Como te dije anteriormente el club procura que en todas sus actividades se fomenten distintos valores. Esto realmente es beneficio para la familia. El club es principalmente para las familias y por esto además preparamos actividades familiares, que sirven para estrechar lazos entre los padres de las niñas asociadas. En el club somos conscientes que algo muy importante en la educación de los hijos es conocer a las familias de los amigos de nuestros hijos. Todas estas actividades ayudan a esto.

Vosotros sois venezolanos y en el club hay familias de distintas nacionalidades ¿Cuál crees que es la riqueza que aporta este encuentro multicultural?

Estamos en un mundo globalizado y el club es una micro representación de esta globalización. Esto ha permitido que nuestras niñas conozcan y se enriquezcan con diferentes culturas; que aprendan que la vida no es solo lo que tienen a su alrededor.

Ser la directora técnica del club durante algunos años, ¿Qué experiencias te ha dejado?, por ejemplo, ¿qué dificultades te encontrabas? ¿qué ibas aprendiendo?

El club busca reinventarse siempre. Una dificultad para mí era idear un plan de actividades para los viernes que fuese atractivo, formativo y ameno. Mis compañeras del comité de gestión me enseñaron mucho, me levantaron el ánimo cuando estaba cansada o cuando me parecía que ya no podía dar de mí. 

¿Qué te ha aportado a ti y a tu familia Rumbau durante todos estos años? 

Grandes amistades. Oportunidades de ayudar, de colaborar, de darme a los demás. 

¿Cómo se hace para «estar en todo» y siempre con una sonrisa como lo hacías tú?

Creo que me sobreestimas. Intento ayudar en todo lo que puedo y la verdad es que no me gusta decir que no aunque esté un poco “liada”; después me preocupa que quizás mis respuestas sean lentas. Una vez me dijeron que hay que dirigirse a las personas por su nombre y que hay que sonreírles siempre. Es lo que trato de hacer, aunque no siempre lo logre.

¿Ha sido difícil tomar la decisión de irse a otro país? ¿Qué expectativas tienes?¿Colaborarás con algún club allí?  

Siempre es difícil tomar este tipo de decisiones. En España ya hemos «echado» raíces y la mitad de ellas se han quedado allí. Pero hay que estar abiertos a lo que Dios nos pone en el camino. No olvidar que Él sabe más y todo lo que ocurre es para bien. Por ahora no estoy colaborando con el club porque es bastante lejos del sitio donde vivo y moverse aquí es más complicado. Quizás mi colaboración aquí sea en algo diferente a lo que hacía en Rumbau. Cuando tenga esto más encaminado os contaré.

Si mañana en la puerta del cole, te encontraras a una madre que te preguntara: Mary ¿qué es Rumbau? Tú que le dirías.

Rumbau es un espacio donde se busca complementar la formación humana y espiritual  de las niñas y chicas de forma divertida y amena mediante actividades y programas de estudio que las enseñan a aprovechar el tiempo de estudio y el tiempo de ocio. En los programas de estudio se crean hábitos de estudio muy útiles para su futuro. Para el tiempo de ocio hacemos actividades diversas, baile, teatro, clases de cocina, manualidades, actividades culturales y al aire libre. Además, se abren a los demás en distintos voluntariados, visitas a residencias. En Rumbau también se fomenta el deporte, con lo que esto conlleva, compañerismo, amistad, trabajo en equipo.  En resumen, trabajamos con la finalidad de formar personas con criterio.

Todas las que conocemos a Mary, sabemos que si la encontramos en la puerta del colegio, como siempre, con mil tareas, ella se detendrá a mirarnos, a preguntarnos por cómo estamos, a animarnos, a sonreírnos y no le bastará decir muchas cosas más, porque con sus gestos y sus actos, como padres, podemos saber que nuestras hijas en el club, están en buenas manos.

Mil gracias Mary y ¡hasta tu próxima visita!